Dieta mediterránea: ¿Qué tiene de especial la forma de comer y vivir griega?
La dieta mediterránea ha sido reconocida en múltiples ocasiones por sus beneficios para la salud, siendo elegida como la mejor dieta de 2020 por un panel internacional de expertos en nutrición y salud. Sin embargo, su popularidad no es algo nuevo; las raíces de esta forma de comer se remontan a siglos atrás y, a pesar de la globalización, sigue siendo uno de los pilares fundamentales de la vida griega.
La verdad sobre la dieta mediterránea
Contrario a lo que muchos piensan, no existe una "única" dieta mediterránea. Si bien el concepto general se basa en la tradición alimentaria de los países ribereños del mar Mediterráneo, las costumbres y recetas varían según las regiones, adaptándose a factores geográficos, culturales y religiosos.
La importancia de esta dieta fue destacada por el fisiólogo estadounidense Ancel Keys, quien a mediados del siglo XX realizó un estudio pionero sobre la relación entre los hábitos alimenticios y las enfermedades cardiovasculares. Tras estudiar el caso de Italia del sur y Grecia, observó que las poblaciones de estas regiones gozaban de una salud sorprendentemente buena, a pesar de las adversidades. Específicamente en Creta, la población, aunque afectada por la Segunda Guerra Mundial, mantenía una salud ejemplar. Keys recomendó la dieta cretense como modelo para mejorar la salud de otros países, y así nació la popular "dieta mediterránea" que hoy conocemos.
¿Qué comemos los griegos a diario?
El aceite de oliva: el rey de la mesa
En Grecia, el aceite de oliva es mucho más que un ingrediente; es un símbolo de nuestra cultura. Utilizamos aceite de oliva virgen extra en prácticamente todos los platos, sustituyendo incluso a la mantequilla en la mayoría de las recetas. No se trata solo de sabor, sino de los beneficios que ofrece para la salud, como la mejora de la circulación y la protección contra enfermedades cardíacas. Solo tienes que probar un buen aceite de oliva griego para comprender por qué es tan apreciado.
Verduras, legumbres y la herencia vegetariana griega
Aunque muchos asocian la cocina griega con platos como el souvlaki o el gyros, la base de nuestra dieta ha sido siempre vegetal. En la antigua Grecia, la carne se consumía en ceremonias religiosas o festividades, mientras que las personas en el día a día se alimentaban principalmente de legumbres y vegetales. La razón era sencilla: la carne era un bien preciado, y los griegos, como muchas otras civilizaciones mediterráneas, optaban por recetas vegetarianas, especialmente en tiempos de ayuno religioso.
Así nacieron las "ladera", guisos de legumbres y verduras cocinados con aceite de oliva, que son un clásico de nuestra cocina. Lentejas, garbanzos, alubias y otras legumbres se combinan con hierbas aromáticas y aceite para crear platos sencillos pero llenos de sabor.
Hierbas y plantas aromáticas
Las hierbas juegan un papel crucial en la cocina griega, no solo para dar sabor, sino también por sus propiedades medicinales. En el campo griego, crecen una gran variedad de hierbas silvestres como el diente de león, la menta o la salvia, que se incorporan en ensaladas, sopas o guisos. Estas hierbas se utilizan desde tiempos antiguos tanto en la cocina como en remedios naturales, una tradición que se ha transmitido de generación en generación.
El vino griego: más que una bebida, una tradición
En Grecia, el vino es una parte esencial de nuestras comidas. No es solo una bebida alcohólica, sino un ritual de compartir y disfrutar de la vida. Las bodegas griegas producen algunos de los vinos más antiguos del mundo, y cada región tiene sus propias variedades autóctonas. El vino, especialmente el tinto, acompaña los platos tradicionales, mejorando la experiencia gastronómica y celebrando la conexión con la tierra.
Yogur y quesos: un legado de la antigüedad
El yogur griego es conocido en todo el mundo por su cremosidad y su sabor único. Consumido tanto en platos salados como dulces, es un ingrediente clave de la dieta mediterránea. El queso feta, el más famoso de todos, es solo uno de los muchos quesos griegos que se elaboran en el país, cada uno con sus particularidades y sabores, dependiendo de la región.
El estilo de vida mediterráneo: más allá de la comida
La dieta mediterránea es mucho más que un conjunto de alimentos; es una filosofía de vida. En Grecia, entendemos que la comida no solo debe ser saludable, sino también un momento para disfrutar, compartir y conectarse con los demás. Aquí te dejamos algunos de los secretos del estilo de vida mediterráneo:
Mantente activo: La actividad física no tiene que ser sinónimo de ejercicio intensivo. En Grecia, caminar, especialmente por el campo o hacia el mercado local, es una forma natural de mantenerse en forma.
Consume productos frescos y de temporada: La alimentación debe basarse en productos locales y frescos. Esto no solo es mejor para la salud, sino también más sostenible para el medio ambiente.
Disfruta de la compañía: La comida es un acto social en Grecia. No se trata solo de comer, sino de compartir con amigos y familiares. Las reuniones sociales son esenciales para el bienestar emocional y mental.
Relájate y desconecta: El estrés es enemigo de la salud, y en la cultura mediterránea, sabemos la importancia de tomarse un tiempo para relajarse y disfrutar de la vida sin prisas.
Modera todo: La clave del estilo de vida mediterráneo es la moderación. Comer de todo, pero sin excesos, es la base de una vida equilibrada.
La dieta mediterránea hoy
Hoy en día, la dieta mediterránea es reconocida globalmente como una de las más saludables. No solo previene enfermedades como las cardiovasculares, sino que también puede mejorar la longevidad y la calidad de vida. Según la UNESCO, la dieta mediterránea es un patrimonio cultural inmaterial de la humanidad, lo que resalta su valor no solo como un patrón alimentario, sino como una forma de vida que fomenta la salud, la sostenibilidad y la felicidad.